Entrevista a Apolo

Por Paula García Moreno y Sofía Santiago Risco. 4º ESO. IES ALTO GUADIATO. CURSO 2019-2020


Presentador: Buenos días a todas y todos, estamos aquí con un nuevo programa de entrevistas (im) posibles, hoy tenemos con nosotros al dios Apolo. Buenos días, ¿qué tal está?

Apolo: Buenos días, estoy encantado de estar aquí con vosotros y de poder contestar las preguntas que me hagáis.

 

P: Bueno, empecemos la entrevista, cuéntenos algo de usted.

A: Bueno, yo soy hijo de Júpiter y de Letona y hermano gemelo de Artemiso, soy reconocido como el dios del sol y de la luz aparte de ser un gran músico y curandero.

 

P: Háblanos de Dafne tenemos entendido que tuviste un romance con ella.

A: Dafne era una ninfa de los árboles e hija del río Peneo, era preciosa y yo me enamoré locamente de ella.

 

P: ¿Cómo la conociste?

A: Un día me crucé con Cupido y al ver su ridícula arma me reí mucho de él, entonces este entró en cólera y quiso vengarse de mi lanzándome una flecha con la punta de oro y atravesó mi corazón y otra flecha con la punta de plomo que alcanzó el corazón de Dafne.

 

P: ¿Por qué te reíste de Cupido?

A: Por esos tiempos había una serpiente gigante llamada Pitón con un veneno mortal que sembró el pánico sobre los ciudadanos durante bastante tiempo, entonces decidieron pedirle ayuda a los cielos y yo fui a socorrerlo y  la maté con una lluvia de flechas. Desde entonces mi ego subió y me creía superior a todo el mundo y por ello desprecié el valor del arma de Cupido.

 

P: Eso no es muy humilde por tu parte, pero no entremos ahí, mejor cuéntanos qué pasó con Dafne.

A: De acuerdo, desde el día que me alcanzó la flecha me siento hechizado por su belleza pero ella solo sentía por mí desprecio y en cuanto me veía corría a esconderse entre los árboles. Un día logré sorprenderla en el bosque, me acerqué tan silencioso que no percibió ninguna de mis pasos.

 

P: ¿Y qué le dijiste?

A: Le dije que se casara conmigo y que nadie le haría más feliz que yo y ella contestó que no creía en el amor, lo que supuso para mí una gran decepción ya que estaba profundamente enamorado.

 

P: ¿Y la dejaste ir?

A: No, todo lo contrario, me centré en acariciarla y acercarme aún más a ella, pero estaba tan asustada que salió corriendo.

 

P: Dime que no fuiste tras ella.

A: Siento decirte que sí.

 

P: ¿Y ella consiguió escapar?

A: Más o menos. Cuando estuve a punto de alcanzarla el río Peneo (su padre como bien he dicho antes) escuchó sus gritos de angustia y preocupación y este no dudó en socorrerla.

 

P: ¿Y cómo la salvó?

A: De repente su cuerpo comenzó a convertirse en  tronco sus extremidades en ramas y su cabellera en hojas.

 

P: ¿Me está diciendo que su padre la convirtió en árbol?

A: Así es, en ese momento sentí una pena incontrolable, pero con el paso del tiempo he comprendido que todo los que sentía era obra de Cupido y que no era un amor correspondido.

 

P: Me parece bien tu reflexión final y que te hayas dado cuenta de todo. Se nos acaba el tiempo, nos ha encantado tu entrevista y tu historia. Gracias por venir.

 

A: Ha sido un placer venir aquí. 


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